1000 PALABRAS
Un blog de fotografía
Hace ya muchos años, alguien me preguntó por qué no escribía en un blog. En aquel momento, la respuesta fue que no veía a quien podía interesarle lo que yo pensara. Es más, tenía dudas, más que fundada, de que nadie dedicara a tiempo a leer mis tonterías. Y estoy hablando de cuando se leían textos de más de 140 caracteres y tras los titulares había alguna cosa más que la caza del “clickbait” de marras.
Los que me conocen saben que no suelo hacer caso de lo que “se hace” o “se lleva”. Siempre, dentro de lo posible, he seguido mi línea personal i por eso, ahora que incluso escribir un mensaje de Wapp da pereza y se recurre a las grabaciones de voz, me he decidido a incluir in blog en mi web; algunos de mis compañeros me definen como un “clásico”, tal vez tienen razón, o no, pero en cualquier caso es una definición que me gusta.
En todos estos años, he escrito mucho más de lo que me hubiera imaginado en aquel momento, pero casi nunca han sido textos personales o de opinión. A pesar de todo, eso me ha dado una cierta seguridad – disculpad los que de verdad sabéis escribir -a la hora de estructurar un texto. Y mi experiencia como fotógrafo profesional, autor i docente me han facilitado un punto de vista, creo que privilegiado, a la hora de plantearme por qué hago ciertas cosas de una determinada manera.
No sé cuál será la periodicidad. Si sé que el tema central será siempre la fotografía. Y el idioma del texto original el catalán, que traduciré al castellano y que tendrá también una versión reducida en inglés.
Siempre expondré puntos de vista personales que, obviamente, serán discutibles y que no pretenden, en ningún caso, ofrecer directivas ni valorar qué está bien o no: el proselitismo es uno de los grandes males de la humanidad. Se trata simplemente de ofrecer puntos de vista a los que he llegado tras dar muchas vueltas a mi relación con la fotografía.
Si esto ayuda a alguien a llegar a sus propias conclusiones, que no tienen porqué coincidir con las mías, pues fantástico, i si esto genera un debate a partir del que yo mismo me replantee coas, pues mejor.
¿Por qué puntualizo esto? Pues porque tras años de debates con alumnos, he descubierto que mucha gente se pone en guardia cuando afronta un planteamiento que no cuadra con sus expectativas. Me da lo mismo. Mis planteamientos son míos y de nadie más, y me he decidido a exponerlos porque creo que hay que hacerlo, ni que sea para invitar a la reflexión. La base de todo es que el “Cómo” es más importante que el “Qué”. En la fotografía y en la mayor parte de cosas importantes en la vida el fin no justifica los medios.
Hablará de mis planteamientos fotográficos, de los problemas actuales de muchos fotógrafos profesionales, e la banalización de la fotografía, de osas que he ido aprendiendo a lo largo de estos años inmerso en este fantástico mundo que tiene como finalidad la congelación del tiempo.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, no sé si esto es cierto o no, pero sí sé que nadie dice qué pasa cuando son mil y una. En este blog, por si acaso, no serán nunca más de mil palabras en el texto original, porque me quiero asegurar de que las imágenes valgan más…
Bienvenidos y disculpad el atrevimiento.